lunes, 14 de abril de 2014



Los jerbos son unos simpáticos roedores originarios del desierto de Mongolia, primos de las ardillas. Se les conoce con varios nombres: ratas o ardillas del desierto, jerbillos, gerbos (del inglés "gerbil"), etc. Pero en España y Latinoamérica se está imponiendo la denominación de "Jerbo".

Los jerbos, científicamente Meriones unguiculatus, viven en sociedad, de modo que si estás pensando en comprar/adoptar uno, ten en cuenta que al menos deberían ser dos. El gasto de mantenimiento es muy similar y ellos serán mucho más felices. Son animales dóciles y curiosos, limpios y activos a diversas horas del día (no son nocturnos como los hamster) y que proporcionan grandes alegrías y entretenimiento a cualquier miembro de la familia, independientemente de su edad. Raras veces muerden y su mantenimiento es muy económico, ocupando poco espacio y sin generar apenas olores. Además ¡los puedes entrenar y adiestrar!

Poseen la fisiología típica de un animal del desierto: Heces secas y duras, orina muy concentrada. Gran desarrollo de las extremidades posteriores. Marcan el territorio con una glándula sebácea cercana al ombligo.
A diferencia de los hamster, los jerbos no poseen abazones donde almacenar alimento (en los carrillos). Su cola, también cubierta de pelo, acaba en un característico penacho.
Sus extremidades o patas posteriores están muy desarrolladas; son visiblemente más grandes y fuertes en oposición a las anteriores, lo que les permite desplazarse a saltos erguidos sobre ellas o realizar grandes saltos para huir de sus enemigos.
Viven entre 3 y 5 años, miden alrededor de 16 a 26 cm de largo (adultos), correspondiendo aproximadamente la mitad de esta medida a la longitud de la cola; y pesan 60-110 gramos el macho y 50-80 gramos la hembra. Pueden ser de diversos colores, pues actualmente ya se dispone de una gran variedad de genéticas de fácil acceso, pudiendo encontrar jerbos negros, moteados, con manchas blancas o incluso siameses.

Son animales pequeños, pero necesitan espacio suficiente para moverse, así que antes de nada consulta la sección de "cuidados" para calcular el espacio que necesitarán tus jerbos dependiendo del número que tengas o vayas a tener. Además, necesitarán juguetes y accesorios variados para cambiarlos con regularidad. Su comida se basa en semillas pero son omnívoros así que también deberás procurarles algo de proteína animal (algunos piensos ya la llevan, sino puedes darles de vez en cuando tenebrios, gambas secas de tortuga, pollo cocido, etc.) y algunas verduras frescas de vez en cuando (lechuga, pimientos, etc). Consulta la sección de "alimentación" para comprobar qué alimentos puedes darles y cuales son perjudiciales para ellos.


Los jerbos son animales vivos, no son juguetes aunque nos proporcionen momentos de diversión. Los animales necesitan tener una condiciones de vida óptimas, una alimentación y un entorno adecuados, necesitan que les dediquemos tiempo y también necesitan que les demos cariño.

Los jerbos pueden vivir entre 3 y 5 años. Durante ese tiempo necesitarán alimentación, limpieza y algo de dedicación. Y esto incluye también los periodos de vacaciones. Aunque pueden estar unos pocos días solos si se les deja con suficiente comida y agua, no pueden estar dos semanas o un mes y necesitarás alguien que los cuide si no puedes llevártelos.

Si estás pensando en críar, ten en cuenta que deberás separarlos y deberás informarte bien primero, en poco tiempo podrías tener muchísimos jerbos a tu cuidado. Piensa que si una camada puede ser de una media de 5 jerbos ¿qué ocurrirá si la madre vuelve a tener otra camada y otra y otra y además sus hijas también van teniendo camadas? Cuidado con la cría indiscriminada, ni es saludable para las jerbas ni es recomendable para ti. No pienses que puedes venderlos y hacerte de oro, normalmente no es fácil sacar beneficios de estos animales pues la clientela no es tan abundantemente como podría ser la de los perros o gatos.


Antes de comprar o adoptar un jerbo debes plantearte qué es lo que deseas: ¿quieres criar? ¿prefieres machos o hembras? ¿querrás ampliar el clan en el futuro?

Sin lugar a dudas la primera decisión que debes tomar es cuántos jerbos deseas tener. Como hemos dicho, el mínimo es dos: un jerbo solo desarrolla comportamientos irritables, se vuelven ariscos y menos dóciles, desarrollando comportamientos depresivos y/o agresivos, pudiendo dificultar su adiestramiento y relación con los humanos además de acortar visiblemente su longevidad.

En segundo lugar, si quieres criar, deberás adoptar dos jerbos (y no más) de distinto sexo (obviamente) y que procedan de familias diferentes, es decir no tengan parentesco. Los cruces entre miembros de la misma familia puede generar muchos problemas a las crías como deformaciones y problemas nerviosos.
Si no quieres criar, puedes elegir un clan de machos o uno de hembras, nunca mixto. Los clanes de machos tienen una ligera ventaja y es que si en el futuro quieres ampliar el clan, podrás hacerlo de forma un poquito más fácil que si se trata de un clan de hembras, pues estas son más territoriales. Ante todo ¡¡nunca mezcles clanes o intentes juntar un jerbo en un clan establecido!! las peleas estarán aseguradas. Si quieres hacerlo consulta detenidamente la sección "juntar jerbos".

Respecto a comprar o adoptar, yo siempre recomiendo adoptar por dos razones principales:
1.- La persona que los da en adopción busca alguien que vaya a querer y cuidar con cariño a sus jerbitos, porque ha criado y no puede hacerse cargo de ellos y necesita darlos.
2.- En las tiendas donde los venden, un alto porcentaje de las veces no saben sexarlos y no saben lo que venden, encontrándonos luego con sorpresas como tener una pareja sin querer criar, o encontrase con que una de las hembras adquiridas venía embarazada.


> Adopta dos jerbos machos o hembras de un criador conocido o de alguien con conocimientos sobre estos animales. Así, además de proporcionarte a los jerbos, también podrá asesorarte y serán jerbos de confianza, acostumbrados al trato con humanos, bien cuidados, sanos y con el sexo asegurado.
> Infórmate sobre su alimentación, es fácil de conseguir porque no se diferencia mucho de la de los hamster, pero no les des cualquier cosa o solo semillas de un tipo.
> Elije su alojamiento en función de la cantidad de jerbos. Puedes optar por un terrario o un acuario de segunda mano para que sea más económico. Asegúrate de que tenga suficiente superficie, de nada sirve que sea muy alto si el suelo es pequeño.
> Mantenlos entretenidos cambiando los accesorios de su terrario con cierta frecuencia.
> Proporciónales un lecho absorbente y material para el nido. No uses telas, lanas ni algodón pues sus patas podrían enredarse y sufrir amputaciones, o podrían ingerirlo y provocarles una obstrucción.
> No olvides la rueda, a muchos les encanta (y a algunos no les gusta), y comprueba que no sea peligrosa, que tenga rejilla o sea de suelo sólido para que sus patas y colas no puedan quedar enganchadas.
> Dedícales algo de tiempo cada día, sácalos a pasear por la habitación (por la cama por ejemplo) y pronto verás tu dedicación recompensada.

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